atardecía ,
la astucia de las blancas murallas retaban
el impulso invasor y el sueño aún mayor de
echar por el piso tal soberbia. asi mi amada
ciudad; brotaba de una loca ensoñación cual
la capital, que mi vasto imperio de un solo
hombre nunca lograría doblegar.
Así de tenaz era esa mística de esa Lagash …que los hombres
durante siglos…llamaran con mil nombres..