Cuando no hay frases por parir
Cuando sobran las palabras
Cuando los silencios reinan
Cuando huelgan las hazañas
Cuando los recuerdos en tropel galopan pisoteando el alma desnuda.
El fuego, el arco iris, el fútbol, los amigos, dos pinceles, la terapia, un malbec traicionero, todo es valedero si se trata de adornar las horas en pos de una sonrisa esquiva.
Los minutos transcurren y anudan gargantas, exhalan su hedor malicioso, invitan a explorar lo recóndito con frases mal gastadas.
El sol y la tierra fluyen, buscan abandonar la utopía errante. Fluyen, y esporádicamente confluyen en el arcón de las culpas, de las anécdotas. Cuidadosamente pergeñan cada paso a sabiendas de que las consecuencias de tamaña intersección les podrían provocar una hecatombe.
Cuando los silencios reinan
Cuando huelgan las hazañas
Cuando no hay razones para denigrar sus egos
Es ahí cuando confluyen, cuando son devastados por la angustia y por el frío.
Es ahí cuando descubren que sus sonrisas yacen en los barrios australes del olvido.
2 Respuestas a CUANDO HUELGAN LAS HAZAÑAS