Utopías

Hasta que el frío te incendie
Y la mujer no te empape el alma
Hasta que la tierra te trague
Y el cuerpo resista el recuerdo
Hasta que el vacío lo devore todo
Y la rutina, en una absurda tranquilidad, lo permita
Hasta que la noche acepte las sombras
Y el silencio se amigue con los demonios
Hasta que el miedo te ahogue
Y la muerte no se canse de esperarte
Hasta que la bala deje de perforar ideales
Y el grito, estridente, despierte muertos insospechados
Hasta que el juicio olvide almanaques
Y la sentencia yerre las distancias
Hasta que la cárcel del alma se oxide
Y el cadáver observe la realidad
Hasta que el libro se convierta en arma
Y la indiferencia salga del cofre
Hasta que la desilusión sea un frágil cristal suicida
Y el fusil se asesine en nombre de la libertad
Hasta que el tiempo conozca la piedad
Y la eternidad quede tallada en un poema
Hasta que la puerta incite al cambio
Y el paraíso sea más que una utopía
Hasta que el dolor se retuerza de impotencia
Y la locura de vivir se transforme en revolución
Hasta que la verdad sea absoluta
Y el circo haga llorar
Hasta que el perdón deje de ser leyenda
Y la lágrima se nutra de sabiduría
Hasta que la letra se desnude de prejuicios
Y el fin sea más que un punto
Hasta que el infierno tenga buen marketing
Y la felicidad deje de ser destructiva
Hasta que la parca nos acepte un partido de ajedrez
Y el juego sea la adrenalina de la vida
Hasta que el amor no se vista de idiota
Y la risa en una nostalgia añorada
Hasta que la fe mueva a la gente y no las montañas
Y el hombre mate al hombre

Hasta que pase todo eso voy a seguir escribiendo.

El Frío en la Tierra genera un Vacío que cubre la Noche y muestra al Miedo que se le tiene a la Bala y al inevitable Juicio. En la dudosa Cárcel quizás encuentre un Libro. Mucha Desilusión seguro. El Tiempo abrirá una Puerta llena de Dolor y Verdad. No existe el Perdón para quien mancha la Letra, la condena es el Infierno. La Parca vendrá, tarde o temprano y no existirá Amor que la venza, y la Fe se reducirá a la plegaria de la desesperación.

Una Mujer, miles de Cuerpos. Agobiante Rutina que se vive en Silencio de Muerte.
No habrá Grito ni Sentencia que despierte el Cadáver de la Indiferencia. El retórico Fusil anhela una Eternidad ilusoria, un boceto de Paraíso que a simple vista se asemeja a un idealismo. En realidad es una Locura, un Circo lleno de Lágrimas esperando el Fin.
La Felicidad consiste simplemente en un Juego donde juegan dos, la Risa y el Hombre.

 

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