Salgo de mi casa,obligada,me peino resignada porque ya se que mi pelo siempre se ve mal. Busco ropa.No tengo, busco otra vez,encuentro y me visto, pero por ese maldito espejo enorme, que todo lo deja ver, me deprimo
Ya fue, cancelo-pienso- Pero una voz que no me pertenece me dice que no sea tonta, que vaya. Por lo tanto voy y me encuentro con mi amiga. Ella preciosa como siempre y yo «un marco» que solo sirve para resaltar su belleza. Hablamos o ella habla y yo pregunto y analizo. De repente me canso y comienzo a ignorarla pero ella sigue hablando sin notarlo. Entonces lo veo: un chico lindo y,tal vez, interesante caminando en dirección hacia mi. Yo lo miro como quien mira un fotografía. Nada de ojitos ni sonrisas. Él camina mirando la vidrieras de reojo y me alegro porque no la mira a mi amiga que continua conversando sobre alguien o algunos. Aprovecho que el chico no me ve y lo observo detenidamente: noto que ademas de lindo- mi estilo de lindo- algo en su forma de andar lo hace fascinante.
Estamos cada vez mas cerca y de la nada el me ve, me mira, me observa y sonríe levemente frunciendo los labios y elevando las cejas, y sigue de largo. Yo no reacciono sino que desesperada busco una vidriera para ver que es lo que tengo en la cara-algo esta mal, por eso me miro así, pienso- Me veo y esta todo bien. Tal vez si soy linda. Me emociono y empiezo a escuchar a mi amiga hasta que la realidad me golpea en la cara y vuelvo a sentirme como siempre, como un marco