No he sabido entender
la lógica de mi existencia,
quizás esa voluntad
de la que hoy carezco
pude hallarla brevemente
o nunca llegó a existir.
Vivir oyendo y siguiendo
los consejos de los demás,
que otro piense por mí
y decida el próximo paso,
regirme por ideas ajenas
y los gustos de alguien más.
Releer mi vida sin entenderla,
ver parado frente al espejo
alguien que se me parece,
reconocer en mi voz
algunas palabras mías,
y mis gestos… ¿adónde estarán?
Y así sigo mi vida, o similar,
mirando adonde me orientan,
vistiendo como me vistan,
y el mundo me mirará
y no me verá a mí,
sino a quien me dice como ser.